sábado, 28 de agosto de 2010

Alta en el cielo la asamblea reaccionaria

Nosotros pocos, felices pocos, nosotros, grupo de hermanos”.

William Shakespeare, Enrique V.

Marx y Engels decían del Estado moderno que “no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa” (Manifiesto comunista, 1848). Parafraseándolos, podríamos decir: “la asamblea universitaria marplatense no es más que una junta que administra los negocios comunes de todas las gestiones docentes”. Esto, en principio, porque la conformación misma de la asamblea es abrumadoramente docente: de los 108 asambleístas, 54 representan a ese claustro, y 54 es el número exacto que requiere el Estatuto de la UNMdP para tener quórum (Artículo 82). Es decir, pese a la Reforma del ’18, pese a su principio de co-gobierno, la Universidad de Mar del Plata puede gobernarse en última instancia sólo con los representantes elegidos por los docentes “regulares” (esto es, “concursados”), que constituyen una minoría absoluta. Y aún si todos los asambleístas participaran en una sesión, los docentes seguirían teniendo mayoría absoluta, puesto que los claustros de docentes y de graduados (que son docentes también), conforman los dos tercios de la asamblea universitaria (72 asambleístas; el 66,66 %). ¿Cómo no va a ser esto una junta de negocios docentes, si su mayoría absoluta representa los intereses de éstos, posiblemente enfrentados unos con otros, pero no precisamente en este punto? Nada de todo esto se quiere reformar en la asamblea universitaria convocada para el 30 de Septiembre a las 09:00 hs.

Paradójicamente, eso que se ha dado en llamar “asamblea universitaria”, de asamblea sólo tiene el nombre. No es la primera vez que sucede esto; un ejemplo de ello son las asambleas patronales del 2008, convocadas a la vera de la Ruta de la Soja. Este “asambleísmo nominal” sirve para legitimar lo contrario de una asamblea: las reuniones de elite a puertas cerradas; las infinitas delegaciones del poder decisión de todxs, puesto en manos de unos pocos presumidamente “notables”: ellos, los representantes…; la excelencia académica y la meritocracia como excusas para el voto calificado y la aristocracia.

Aquí se hace necesario recuperar una de las preguntas marxistas fundamentales: ¿cómo es posible que estando las mayorías bajo el sometimiento de una pequeña minoría privilegiada no se rebelen contra ésta? ¿Cómo es posible que el “demos universitario” –que según la Reforma “radica principalmente en los estudiantes” (Manifiesto Liminar, 1918)– permanezca disciplinado ante esta situación? ¿Cómo es posible que incluso de las filas de esa mayoría estudiantil sometida sea de donde surgen los más acérrimos defensores del status quo? Se nos presentan dos alternativas para responder a estas preguntas: o bien estos estudiantes colaboracionistas creen en efecto que la aristocracia vigente es una democracia, o bien sueñan con pertenecer a ella el día de mañana a la casta dominante. O puede ser que esta disyunción se resuelva de esta forma: saben que adherir a esa democracia restringida, llenarse la boca hablando de ella, es la más eficaz de las fachadas que esconde su pretensión de ingresar en ese círculo selecto. En este grupo de estudiantes se ha encontrado históricamente la Franja Morada (UCR). En ese mismo sector encontramos hoy, entre otros, a CAUCES (Corriente de Alumnos Universitarios de Ciencias Económicas y Sociales – Partido Socialista) y a La UNIDAD (CEPA – JCR – PCR). CAUCES, demostrando su espíritu guardián al formar un cordón policial alrededor del aula magna donde se eligió fraudulentamente al actual rector Morea; La UNIDAD, haciendo gala de su stalinismo declarado, al actuar recientemente como grupo de tareas apaleando a estudiantes y docentes que cuestionamos el actual estado de cosas y que denunciamos la complicidad de estas agrupaciones estudiantiles.

La última asamblea universitaria del 19 de Agosto no fue una excepción a este tipo de política. Convocada para reformar el Artículo 149 del Estatuto, que rige la elección de Decano de las distintas Facultades, se buscaba garantizar el quórum propio de los docentes para dicha elección, eliminando así la necesidad de que esté presente el claustro estudiantil en esa fundamental decisión. Se intentaba trasladar la dinámica propia de la asamblea universitaria a las Facultades, ya de por sí organizadas antidemocráticamente. La reacción del claustro estudiantil ante esta aberración promovida en la asamblea universitaria fue apoyar la moción de la gestión del Rectorado de llamar a una nueva asamblea para el 30 de septiembre con el fin de llevar “más discutidas” las propuestas de reforma. Con esta medida demagógica se legitima un proceso de reforma que ya está resuelto, puertas adentro, por los mismos pocos de siempre. Por si esto fuera poco, la conducción del Centro de Estudiantes de Humanidades, La UNIDAD (CEPA – JCR – PCR) no convocó ni convocará a una sola asamblea, pública y abierta, de Humanidades para discutir entre todxs cómo encarar esta lucha por democratizar la universidad. Y por si esto fuera menos aún, los “representantes” estudiantiles de Humanidades en la asamblea universitaria (nuevamente, La UNIDAD), luego de finalizada ésta, reprimieron con palos y trompadas a aquellxs estudiantes y docentes que nos habíamos manifestado en contra de su política, no menos elitista y cerrada que la de las gestiones docentes que ellos apoyan.

Si queremos subvertir el orden antidemocrático de la universidad empecemos por discutir entre todxs, en asambleas abiertas a todos los claustros, cómo queremos que sea nuestra participación en dichas reformas, sin intermediarios, sin dirigentes y sin representantes. Sin limitar lo que queremos hacer con la universidad a los estrechos márgenes de las asambleas celestiales donde sólo se reúnen los felices elegidos.

Si queremos democratizar la universidad, bajemos la asamblea a la tierra.

Lunes 6 de Septiembre, 16 hs:

REUNION ABIERTA DEL ESPACIO DE CONSTRUCCIÓN ASAMBLEARIA para informarnos y debatir sobre la reforma del Estatuto.

Miércoles 8 de Septiembre, 18 hs:

ASAMBLEA INTERCLAUSTROS HUMANIDADES.


Espacio deconstrucción asamblearia.

construccionasamblearia@gmail.com

Mar del Plata, 30 de Agosto de 2010.

jueves, 19 de agosto de 2010

La conducción de Centro de Estudiantes de Humanidades GOLPEA A DOCENTE Y ESTUDIANTES DE LA FACULTAD LUEGO DE LA ASAMBLEA UNIVERSITARIA.

Hoy, luego de la última sesión de la Asamblea Universitaria convocada para reformar el Estatuto de la UNMdP, a la cual asistieron todas las fuerzas políticas de la Universidad, y cuando ya se había dispersado la mayoría de los concurrentes alrededor del mediodía, un grupo de estudiantes de Humanidades, miembros de la agrupación que actualmente conduce el Centro de Estudiantes de dicha Facultad, identificados con sus características remeras verdes con el nombre de La UNIDAD (C.E.P.A.), atacaron a un grupo de estudiantes y docentes integrantes de la Asamblea de Filosofía y del Espacio deconstrucción asamblearia. Estos últimos fueron acusados por sus supuestos representantes gremiales de “fascistas” y “policías”, mientras eran golpeados con palos y elementos similares, a la vez que eran insultados y amenazados. Al mismo tiempo que acusaban de fascistas, le pegaban con un palo a una docente de Sociología allí presente, la Prof. Sonia López, gritándole textualmente: “negra de mierda”. Los estudiantes de Filosofía Ernesto Román y Matías Echaide también fueron agredidos físicamente, incluso, el primero de ellos, fue amenazado. Cabe mencionar que un compañero de la T.E.R. que acudió a asistir a los agredidos también resultó golpeado.

Estos hechos que relatamos sucedieron, literalmente, a plena luz del día en el parque del Complejo Universitario y si no hubiera sido por la intervención de miembros de otras agrupaciones que ocasionalmente se encontraban allí, y que lograron detener y alejar a los agresores, el resultado probablemente hubiera sido aún más grave. Estos mismos estudiantes, así como también los docentes y trabajadores universitarios que presenciaron estos acontecimientos, pueden dar cuenta de la veracidad de este relato. Asimismo, muchos de ellos ya habían advertido las actitudes intimidatorias y amenazantes de varios miembros de la conducción del Centro de Estudiantes durante la Asamblea Universitaria, pocas horas antes, y ante la vista de todos.

Queremos destacar algo que, a nuestro entender, agrava aún más el hecho: todos los estudiantes agresores que pudimos identificar ocupan cargos gremiales y/o académicos: Ariel Gamarra es el actual Presidente del Centro de Estudiantes de Humanidades; Pamela Arhia, Federico Mastronardi y Joaquín Sastre son los tres consejeros académicos y asambleístas universitarios a la vez; finalmente Joaquín Torres, último Presidente del CEH, es actualmente asambleísta universitario. Todos ellos llevaban palos en sus manos, probablemente traídos del Centro de Estudiantes, de donde bajaron por las escaleras a los gritos y velozmente, exclamando: “¡Agarrá los palos!”. Esto último lo escuchó todo aquel que en ese momento se encontraba en la Facultad.

No entendemos las razones que motivaron a agredirnos a quienes deberían haber actuado, antes bien, como nuestros verdaderos representantes gremiales y no como un grupo de tareas; acción que nos retrotrae a los mecanismos de intimidación de los tiempos más oscuros de nuestra historia. Si con alguna de nuestras opiniones políticas, vertidas públicamente, La UNIDAD no estuvo de acuerdo, ésta contaba con los medios (por ejemplo, los del propio Centro de Estudiantes) para replicar nuestros argumentos con los suyos, también públicamente.

Amenazar, agredir con palos, golpear e insultar con expresiones racistas a una docente de la Facultad en el ámbito universitario, todo esto excede desproporcionadamente los límites de la expresión de la disidencia hacia opositores políticos y demanda al conjunto de la universidad un repudio contundente.

No queremos convertir esto en un pedido de sanciones disciplinarias ni nada por el estilo –aún cuando en otras ocasiones, con mucho menos, se han iniciado procesos de esta índole–, porque creemos, desde nuestras convicciones ideológicas largamente sostenidas, que de este modo no se resuelve nada y que convierte en persecución y amedrentamiento lo que debería resolverse políticamente. Sí pretendemos con esto resguardarnos públicamente de posibles actos que puedan afectarnos en el futuro, dado que las amenazas siguen en pie.

Nadie puede permanecer indiferente ante hechos de este tipo y es necesario, por ello, marcar un límite claro, más aún hoy, en el contexto de una reforma de estatutos que probablemente (como se ha demostrado hoy dentro y fuera de la Asamblea Universitaria), desencadene más disidencias que acuerdos.

Mar del Plata, 19 de Agosto de 2010.

Asamblea de Filosofía

Espacio deconstrucción asamblearia

Contacto: asambleafilo@gmail.com

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lunes, 16 de agosto de 2010

Jueves 19 de Agosto, Aula Magna 9 hs. "El silencio no es de los inocentes".

El silencio no es de los inocentes

El famoso director de thrillers, Francis Ford Morea, intentará estrenar este próximo jueves 19 de agosto en la sala Coca Maggi, en el complejo universitario, a las 9 hs., la segunda parte de su escalofriante saga ‘El silencio no es de los inocentes’.

No es novedad para nadie los escasos y bajos recursos del cine de Ford Morea: ya lo conocemos por películas como ‘Privatizando el comedor’ y ‘Todavía se lo que hicieron la asamblea pasada’. Suele decirse que las segundas nunca son buenas, pero en el cine de Morea ni las primeras ni las segundas partes son buenas. Sabemos de sus vulgares estrategias para filmar: en vacaciones y con acceso restringido, con actores de poca monta aunque muy bien pagos, con un guión que siempre parece llevar al mismo desenlace, y que no provoca el más mínimo suspenso. El cine de Morea no causa terror ni por su guión ni por sus efectos especiales sino por el clima que generan sus polémicos estrenos. Sin ir más lejos, el avant premiere de la primera parte de la saga fue sólo posible con un cordón organizado por sus guardaespaldas personales de uniforme verde.

La segunda parte de la saga tiene como elemento central la reforma del Estatuto Universitario. Una vez más, con las aulas vacías y sin un debate previo, el rector de la Universidad de Mar del Plata, llamó no solo a una sino a dos Asambleas Universitarias para reformar los estatutos. Por supuesto que el silencio no es de los inocentes, es la herramienta que usan los culpables para encubrir sus fechorías. Por supuesto que el silencio y la defensa del mismo no es sólo de Morea y su gestión docente sino también de sus esbirros estudiantiles: CAUCES y Franja Morada quienes son capaces de hacer lo que sea por las sobras del festín docente; y La Unidad (Cepa – JCR – PCR) quien posee los cuatro asambleístas estudiantiles de Humanidades y ni siquiera ha hecho intentos de difusión, tal y como suele hacer ante cualquier conflicto que pueda debilitar a las gestiones de turno.

La resolución del rectorado que convoca a la Asamblea Universitaria llama a reformar, en primera instancia, el artículo nº 149 del estatuto. La reforma de dicho artículo otorgará la posibilidad, en las próximas elecciones de decano, de prescindir del claustro estudiantil, reafirmando de esa manera la existencia del voto calificado y una forma de democracia de utilería en la cual un claustro –el docente- es más importante que los otros –el estudiantil, el graduado y el de los trabajadores universitarios-. A la gestión no le basta con que los estatutos ya existentes sean lo suficientemente reaccionarios sino que en función de ejecutar sus artimañas con comodidad, los vuelve aún más regresivos.

En una segunda instancia se pretenderá reformar los artículos del Nº 1 al 148 y del 150 al 191. No hay realmente información certera sobre la totalidad de la intención de estas reformas, sin embrago, a la luz de lo ya visto se puede inferir sin mayores dificultades que dicha intención es no menos que siniestra. De hecho, una de las pocas modificaciones que han trascendido es la de la incorporación de sólo un trabajador universitario (definidos normalmente a través de la negación de quienes sí tienen entidad: trabajadores no docentes) al Consejo Superior y sólo otro a la Asamblea Universitaria – ninguno a los Consejos Académicos-. Esta es una forma aún más burda de demostrar que la democracia universitaria es sólo una farsa: ¿qué clase de peso en las decisiones puede tener un solo representante de un claustro entero? La democracia calificada de la universidad pública sigue haciendo gala de sus provocativas artimañas: los únicos capaces de compartir su gracia son aquellos docentes concursados - sector minoritario de la población universitaria pero que paradójicamente ocupa el mayor número de cargos de gobierno- quienes se autoinstituyen como la palabra democrática, haciendo oídos sordos ante cualquier objeción, o peor aún: castigándola. Incluso, para compensar las migajas con gusto a demagogia, también incluirían, en los mismos órganos de gobierno, al director del colegio Illia, cargo elegido por el propio Rector –ni siquiera elegido por el colegio-, es decir: desequilibrio mínimo compensado.

En ambos casos, las reformas planteadas dejan entrever lo que siempre subyace: sólo un claustro es importante, el resto –mayoría real en la universidad- sólo ocupa lugares de ‘gentileza’ que los condenan a la dicotomía: pichones cómplices o espectadores maniatados.

Como si esto fuera poco, los mismos que defienden el accionar funesto de la gestión (pichones cómplices: CAUCES – Franja Morada – La Unidad) pretenden ser los paladines de dicha democracia. La contradicción no parece generar ningún tipo de malestar ya que la mentira y el desfasaje absoluto entre el chamuyo y su verdadera acción política es su obsecuencia debida. Su mandamiento rector es amarás a los docentes por sobre todas las cosas.

La reforma que se pretende llevar a cabo el 19 de Agosto, más que una reforma es una restauración. Los cambios impulsados por la gestión no pretenden mejorar el estado de cosas vigentes, sino que por el contrario nos retrotraen a estadios anteriores a la Reforma del ´18.

Peor que no ser revolucionario es decirse revolucionario y ser reformista, y aún peor es decirse reformista y ser un restaurador.

¡No dejes que te la cuenten. Impidamos que la grotesca película se estrene!

Espacio deconstrucción asamblearia.